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10 Y como la discusión iba en aumento, el tribuno temía que fueran a despedazar a Pablo, así que mandó que los soldados bajaran y lo quitaran de en medio, y se lo llevaran a la fortaleza.

11 A la noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: «Pablo, ten ánimo, pues necesito que des testimonio de mí en Roma, así como lo has hecho en Jerusalén.

Complot contra Pablo

12 Al amanecer, los judíos se reunieron para conspirar, y bajo maldición se comprometieron a no comer ni beber hasta darle muerte a Pablo.

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